En 2011 comenzó esta experiencia y desde entonces en la ciudad es posible asociar la idea de ir al café con la de oír recitar poesía de autores portugueses. Lo innovador y singular es que los recitales se realizan los cafés.
Las personas que recitan la poesía actúan de forma voluntaria y gratuita y de vez en cuando sus intervenciones son acompañadas con música, instrumentos o con pequeñas escenificaciones.
Se lleva a cabo una vez al mes, y en locales diferentes. El café se convierte en un lugar de ocio que integra la cultura en su actividad. La experiencia recorre todos los barrios del municipio, buscando la implicación de la ciudadanía, y pone especial énfasis en conseguir la participación de niños y jóvenes en la actividad.
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