lunes, 4 de marzo de 2013

CIVISMO Y CIVILIDAD


Este apartado está relacionado con el anterior, ya que se trata los temas de civismo y civilidad.
Los temas de la regulación ciudadana, los temas que deberían estar regulados. En clase comentamos algunos temas y los clasificamos en la ciudad o en lo urbano. Entre ellos destacamos algunos como:

Ø  los niveles de ruido que lo clasificamos en la ciudad
Ø   las manifestaciones y protestas en lo urbano
Ø  los niños y niñas en la ciudad
Ø  vandalismo en la ciudad
Ø  la prostitución en lo urbano
Ø  carril bici en la ciudad y en lo urbano
Ø  animales y gente diversa en la ciudad
Ø  heces de perros en la ciudad 

Ahora bien, todo esto está regulado con leyes, normas de la vida urbana y además tienen que ser sancionados cuando nos las saltamos.

A continuación, juntamos estos temas. Por un lado, la limpieza/usos y por el otro lado, imposibilitar la libre circulación.

Cuando hablamos de la limpieza y de los usos hacemos referencias a conductas que impiden el uso del que viene después, es decir, hay que dejar las cosas tal y como estaban cuando nosotros hemos llegado.
Por el otro lado, cuando hablamos  de imposibilitar la libre circulación de alguien, es por ejemplo cuando hay coches aparcados en los vados, en un paso de cebra, ahí estamos impidiendo la libre circulación de los demás. Otro ejemplo es cuando se hacen los botellones en los parque infantiles y se deja todo tirado y lleno de cristales, lo que estamos haciendo es impedir que al día siguiente el niño que quiera jugar en el parque no va a poder por cómo se quedó todo el parque después del botellón.  

Pero los aspectos educativos no se cambian mediante normas y sanciones, si no a base de procesos de socialización, como menciona Jane Jacobs. Necesitamos aprender hábitos, prácticas de lo público no tirar el azucarillo al suelo de la terraza de un bar.
Regular la ciudad para buscar una mayor civilidad del entorno, donde la familia y el entorno eduquen, para que la vida sea más amable para todos y que los espacios públicos se utilicen bien para que no impidan el uso a las personas que van después.

Las normas cívicas son formas de control social que son en algunos casos insignificantes (cámaras de vigilancia). Se controla la vida social hasta tal punto que en las plazas los niños no puedan jugar a la pelota ni montar en bicicleta.
Las normas cívicas no controlan si las cosas se hacen bien, sino que hay que hacer, es decir, no las conductas de las personas sino lo que hay que hacer en los lugares.
Tampoco facilitan la vida social, ya que son medidas de control.
Todas las normas llevan una sanción y siempre penalizan a los colectivos más débiles.
El entorno es quien manda, favorece una cosa o la otra, es donde se configuran ciertas mentalidades.

En el texto de Jane Jacobs, se destacan varios puntos.
  •  Dispersión territorial: tendencia de las ciudades a crecer en barrios separados
  •  Vehículo: se hacen las ciudades y se planifican en función de la utilización de los coches.
  •  Destrucción de barrios: gentrificación (aburguesamiento)
  •  Inseguridad: de las nuevas formas de la ciudad. Poco a poco se van haciendo monofuncionales (zonas para una única actividad) lo que conlleva espacios vacios en algunos periodos del día.
La ciudad debe garantizar seguridad y la intimidad, sin que te pregunten dónde vas, de dónde vienes. El derecho del anonimato (intimidad).
Que puedas hacer lo que “quieras” sin que nadie se entere (seguridad).

La crítica que hace la autora en el texto es a la ciudad jardín, tienen todo ahí para que no puedas ir a buscar nada fuera, se decir, puertas para dentro, hacia fuera nada.

La autora, defiende un modelo de seguridad basado en la confianza en el vecindario, en el conocimiento mutuo. Donde la existencia de socialización y encuentro ayudan a la creación de vínculos entre las personas.
El civismo o respeto mutuo y el sentimiento de comunidad no se genera entre la población a golpe de normativa sino a través de la creación de espacios donde la gente pueda compartir su tiempo y sus pensamientos.
Por lo tanto, y para concluir, una mala configuración física del espacio público puede propiciar problemas de relación y de utilización. Esta falta de conexión entre diseño y realidad cotidiana, obliga a las personas a transgredir los usos normativos del espacio urbano para adaptar el espacio físico a sus necesidades.





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