Este apartado
está relacionado con el anterior, ya que se trata los temas de civismo y
civilidad.
Los temas
de la regulación ciudadana, los temas que deberían estar regulados. En clase comentamos
algunos temas y los clasificamos en la ciudad o en lo urbano. Entre ellos
destacamos algunos como:
Ø los niveles de ruido que lo clasificamos en la ciudad
Ø las manifestaciones y
protestas en lo urbano
Ø los niños y niñas en la ciudad
Ø vandalismo en la ciudad
Ø la prostitución en lo urbano
Ø carril bici en la ciudad y en lo urbano
Ø animales y gente diversa en la ciudad
Ø heces de perros en la ciudad
Ahora bien,
todo esto está regulado con leyes, normas de la vida urbana y además tienen que
ser sancionados cuando nos las saltamos.
A
continuación, juntamos estos temas. Por un lado, la limpieza/usos y por el otro
lado, imposibilitar la libre circulación.
Cuando
hablamos de la limpieza y de los usos hacemos referencias a conductas que
impiden el uso del que viene después, es decir, hay que dejar las cosas tal y
como estaban cuando nosotros hemos llegado.
Por el otro
lado, cuando hablamos de imposibilitar
la libre circulación de alguien, es por ejemplo cuando hay coches aparcados en
los vados, en un paso de cebra, ahí estamos impidiendo la libre circulación de
los demás. Otro ejemplo es cuando se hacen los botellones en los parque
infantiles y se deja todo tirado y lleno de cristales, lo que estamos haciendo
es impedir que al día siguiente el niño que quiera jugar en el parque no va a
poder por cómo se quedó todo el parque después del botellón.
Pero los
aspectos educativos no se cambian mediante normas y sanciones, si no a base de
procesos de socialización, como menciona Jane Jacobs. Necesitamos aprender
hábitos, prácticas de lo público no tirar
el azucarillo al suelo de la terraza de un bar.
Regular la
ciudad para buscar una mayor civilidad del entorno, donde la familia y el
entorno eduquen, para que la vida sea más amable para todos y que los espacios públicos
se utilicen bien para que no impidan el uso a las personas que van después.
Las normas
cívicas son formas de control social que son en algunos casos insignificantes (cámaras
de vigilancia). Se controla la vida social hasta tal punto que en las plazas
los niños no puedan jugar a la pelota ni montar en bicicleta.
Las normas cívicas
no controlan si las cosas se hacen bien, sino que hay que hacer, es decir, no las
conductas de las personas sino lo que hay que hacer en los lugares.
Tampoco facilitan
la vida social, ya que son medidas de control.
Todas las
normas llevan una sanción y siempre penalizan a los colectivos más débiles.
El entorno
es quien manda, favorece una cosa o la otra, es donde se configuran ciertas
mentalidades.
En el texto
de Jane Jacobs, se destacan varios puntos.
- Dispersión territorial: tendencia de las ciudades a crecer en barrios separados
- Vehículo: se hacen las ciudades y se planifican en función de la utilización de los coches.
- Destrucción de barrios: gentrificación (aburguesamiento)
- Inseguridad: de las nuevas formas de la ciudad. Poco a poco se van haciendo monofuncionales (zonas para una única actividad) lo que conlleva espacios vacios en algunos periodos del día.
La ciudad debe garantizar seguridad y la intimidad, sin que te
pregunten dónde vas, de dónde vienes. El derecho del anonimato (intimidad).
Que puedas hacer lo que “quieras” sin que nadie se entere
(seguridad).
La crítica que hace la autora en el texto es a la ciudad jardín,
tienen todo ahí para que no puedas ir a buscar nada fuera, se decir, puertas
para dentro, hacia fuera nada.
La autora, defiende un modelo de seguridad basado en la confianza en el vecindario,
en el conocimiento mutuo. Donde la existencia de socialización y encuentro ayudan
a la creación de vínculos entre las personas.
El civismo o respeto mutuo y el sentimiento de comunidad no se
genera entre la población a golpe de normativa sino a través de la creación de
espacios donde la gente pueda compartir su tiempo y sus pensamientos.
Por lo tanto, y para concluir, una mala configuración física del
espacio público puede propiciar problemas de relación y de utilización. Esta falta
de conexión entre diseño y realidad cotidiana, obliga a las personas a
transgredir los usos normativos del espacio urbano para adaptar el espacio
físico a sus necesidades.
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