- la democratización cultural se trata de un modelo de difusión-
extensión, el cual entiende la cultura como un bien colectivo que debe estar al
alcance de la ciudadanía, en tanto que destinatarios y usuarios naturales de
los servicios, programas, iniciativas, creaciones, conocimientos o producciones
culturales, que la asimilan a la oficialidad. Por el contrario, para la
democracia cultural el modelo es de animación sociocultural, en el que la
cultura es una práctica social, construida en el dialogo y la convivencia
social, en la que los ciudadanos participan como protagonistas sustantivos de
la creación-acción cultural, lo que permite interpretarla como mas próxima a
cada entorno.
- Para la democratización cultural el fin principal es difundir
los beneficios de la cultura a toda la población, atendiendo a un planteamiento
descendente y expansivo, reservando a las personas la condición de público-
espectador. Sin embargo, para la democracia cultural el fin es otro muy
distinto, pretende estimular la creatividad y expresión cultural de todos los
colectivos sociales, atendiendo a un planteamiento ascendente e integrador,
valorando a las personas como público-actor.
- La democratización se interpreta como consumo, en un contexto de
oferta demanda activado por las industrias culturales y los medios de
comunicación social, lo que acaba produciendo masificación y uniformismo. La
democracia cultural se interpreta como participación, en un contexto de
libertades y derechos cívicos, en el que la sociedad civil y las
Administraciones públicas comparten responsabilidades, produciendo pluralismo e
interculturalidad.
- la democratización en su orientación practica se pretende
conservar y difundir el Patrimonio Cultural, posibilitar el acceso a los
productos y bienes culturales y promover creadores de cultura, mientras que en
la democracia cultural, se quiere que la cultura, heredada o re-creada en
diversas expresiones culturales, posibilite el desarrollo cultural y
comunitario.
- En la democratización cultural, las personas participan en las
dinámicas culturales en función de categorías diferenciadas por el origen
social, los recursos económicos disponibles, la educación recibida, etc, sin
que preocupe su equiparación. Pero en la democracia cultural, las personas
identifican su vida cotidiana con las dinámicas culturales en las que se
integran, sin olvidar las circunstancias que las diferencian social y
económicamente, por lo que procurar compatibilizar sus necesidades con
criterios de equidad y justicia.
- Para la democratización Política y Cultura se contemplan en
escenarios distintos, separando sus respectivas aportaciones a la vida social,
observando sus realidades en términos de lo que ha de conservarse. En cambio,
la Política y Cultura para la democracia cultural se contemplan en los mismos
escenarios de la vida social, proyectándose en valores y objetivos con los que
se procura ver la realidad en términos de lo que ha de transformarse.
Realizado por: Ana Sánchez Díaz
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